He dedicado mi vida en hacer realidad el sueño de una niña que con sólo 4 años decidió que la mejor manera de ayudar a las personas era siendo doctora. Hija de padre médico y mamá psicóloga, a los 8 años mi hermano menor sufrió una gran quemadura en el pecho, está era tan grande que iba un doctor a curarlo diariamente, mi padre me dijo que este Doctor era Cirujano Plástico y que recién había llegado de Brasil donde había estudiado, así que rápidamente me convertí en su pequeña gran ayudante. A los 8 años ya había decidido mi futuro iba a ser médico y quería hacer cirugía plástica igual que ese doctor porque era una manera de hacer felices a las personas y aliviar sus penas. A mi hermano no le quedó ni una marca y eso me dejó impactada. Siempre me gustó el arte, la belleza y sobre todo ayudar a las personas.
A los 16 años me fui a México a la ciudad de Guadalajara para dar inicio a mis estudios de medicina culminado y contra viento y marea me fui a Brasil yo quería ser cirujano plástica y no había nada ni nadie que me dijera lo contrario así que instalada en la ciudad de Janeiro en la casa de mi tío Carlos en el cambio de milenio presente pruebas en cirugía general y pase con la Dra. Eliana Restum en el Hospital Santa Casa da misericordia do Río de Janeiro para luego viajar al sur del País a realizar cirugía plástica en el 2003 en el Hospital Universitario de la Universidad Federal de Santa Catarina Brasil con mi mentor el profesor doctor Rodrigo D'eça Neves quien fue un padre pues con mucho cariño y pasión me guío en el arte de la cirugía plástica así como el profesor doctor Jorge Bins Eli y los doctores Zulmar Accioli de Vasconcelos y Justino Accioli de Vasconcelos cada uno de ellos me transmitió sus conocimientos sin guardarse nada, sin celos ni egoísmos pues nosotros sus pupilos llevaríamos en alto no sólo este arte y principios sino también sus nombres, es así como poco a poco fue realizando mi primer gran sueño; pero aún faltaba uno mucho más grande y era ser mamá. Pues ese sueño también lo realice y hoy puedo decir con orgullo que he conseguido realizar mis sueños más profundos aquellos que solamente Dios conoce.
Aprendí de mis padres que uno en esta vida debe dedicarse a lo que te apasiona. Siempre respetándote y respetando a todos. La cirugía plástica es mi gran pasión, es aquello que me hace despertar con alegría y donde se me pasan las horas volando, es el no sentir el cansancio en las piernas o hambre porque estás haciendo una de las cosas que más te gusta hacer. Mi carrera me ha permitido poder trabajar y también dedicarme a mis hijas y he podido de esta manera organizarme para poder hacer ambas cosas de la mejor manera. Así que si me ves en la calle, en el parque, sin maquillaje, en zapatillas con una mochila en la espalda, corriendo y saltando soy yo en mi papel de mamá lo cual disfruto también al máximo. Tengo mucha suerte estoy rodeada de personas maravillosa no sólo en el trabajo sino también en casa, sin ellos no podría hacer nada de lo que hago ¡somos un gran equipo!